viernes, 7 de abril de 2017

Despertar al dragón

Un sentimiento pasajero, que sorprende en la soledad de la reflexión, puede desencadenar una riada de palabras que, canalizadas con la sutilidad de la poesía, puede convertirse en algo bello; en algo bello y arrollador.


Como halcones en la noche
Creemos volar, libres.
Nos prometen los lobos un cielo claro
De felicidad y aceptamos el trato.
Sin saberlo, vivimos y soñamos
Rodeados de una pura lana blanca.
Levantas la cabeza por encima
De las nubes, que ahora son ovejas.
Despertado del ensueño, 
Remontas contra corriente el río
Entre dorados salmones sonrientes.
Eres el bello salmón que ruge,
Poderoso rey de la sabana,
Que rompió con la leyenda
Y despertó al dragón 

Que en su interior descansaba.

                                   Diego Piqueras

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