A veces la emoción atenaza la garganta y el verso se comprime; se torna espejo de un corazón que se ahoga buscando un aire que no encuentra ... Y ahí surge la esperanza del verso; bocanada de vida para un alma angustiada que halla en él su refugio.
Respiro lento,
que a tu lado me ahogo
si no me miras.
Busco el cielo por asalto
al verte llegar.
Suspiros de fogueo.
Espero mi rescate.
Daniel Rodríguez
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