Tener miedo es humano, todos tenemos
algún miedo, incluso, a veces, algunos tienen miedo al miedo.
Yo te cuento que le tengo miedo a la
vida; lo más común es tenerle miedo a la muerte, yo no, le tengo miedo a la
vida. Tengo miedo a saber mi destino, a los problemas que me vendrán, a la
gente que conoceré...
No hay que avergonzarse del miedo,
hay que afrontarlo o vivir con ello, supongo que hasta el día de mi muerte
seguiré con miedo ¿Y después de muerta? No lo sé.
Te diré lo que siento cuando llega el
miedo.
Las paredes se estrechan, agobian,
noto la habitación fría, un ruido de cadenas lejanas arrastrando, veo una
figura negra acercándose, le miro a la cara, una mirada fija pero perdida, me
doy la vuelta, empecé a notar su respiración en el pelo, sus manos me envuelven
el cuello, giro la cabeza, me sonríe y brota sangre de su boca, acerca su cabeza y me muerde el cuello...
En ese mismo momento despierto,
sudando, con las manos agarrando la cama y una mirada asustada viendo el techo,
me río de ver que era una pesadilla, miro hacia mi lado, está ahí parado,
sonríe y, antes de gritar un corte yugular, me hace callar...
Y eso es una pesadilla que se hizo
realidad.
Mariana Gómez, 2º ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario