Llora silencio mi reina cristal,
y mientras miro sus lágrimas secas
en su caos aún queda poesía.
y mientras miro sus lágrimas secas
en su caos aún queda poesía.
Muerdo su cuello con sabor a sal,
mira mis ojos, yo miro sus pecas
y la tristeza se vuelve alegría.
mira mis ojos, yo miro sus pecas
y la tristeza se vuelve alegría.
¿Hay en tu alma todos los colores?
¿Pueden tus besos curar mi herida?
Donde tú pisas siempre nacen flores,
tu risa arregla todos los errores.
¿Puedes hacerlo también con mi vida?
Donde tú pisas siempre nacen flores,
tu risa arregla todos los errores.
¿Puedes hacerlo también con mi vida?
No te conozco, pero eres perfecta,
no sé quién eres, pero en ti confío;
tan sonriente, tan guapa, tan recta,
no lo olvides nunca.
Si me miras, sonrío.
no sé quién eres, pero en ti confío;
tan sonriente, tan guapa, tan recta,
no lo olvides nunca.
Si me miras, sonrío.
Rubén
Aguilar, 1º Bachillerato
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