La reflexión acerca de la vida no tiene edad; la madurez indica cuándo hacerlo... el camino recorrido, las voces escuchadas, las almas que se acercan a besar la nuestra -o a apartarla-... todo es una conjunción que determina lo que pensamos, y lo que sentimos.
¿Y si la vida es un
sueño?
descansamos;
lo he pensado
bastante
y admito que es cierto:
a lo mejor todo esto
es producto
de mi imaginación.
No sé por qué
pero tengo esa
sensación;
cuando me ahogo en mis
gritos
pienso en ello
y me tranquilizo.
¿Y si esos amigos que
decían ser imaginarios
eran fantasmas
que veíamos de chicos?
¿Y si cada año que pasa
es una hora que
perdemos
de verdad?
Dios, tengo ganas de
levantarme
y dejar esta pesadilla
que algunos llaman
“vida”.
José Manuel Gómez
Benson, 2º ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario