Pensamiento oscuro
que fragua
al borde
de mi locura.
Locura sublime
que brota
al recordar tu voz...
Como un ángel
beso tus miedos idílicos
dejando atrás el dolor
de tus labios.
No hay verso
que pueda salvarme;
entendiendo
esta perdición
no hay nada
que nos salve.
Gonzalo Gamella, 4º ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario