Eso es el poema:
preservado momento;
siempre rebrotando
incombustible,
aguardándote.
Reconstruyéndose en cada futuro.
Deconstruyéndose en cada sonido.
(“Bajo
los tilos”, La letra perdida)
…
Así es la poesía de Fernando López Guisado: un rebrotar constante de lirismo,
un trepidar de lo cotidiano que se transforma, a través del poema, en
sentimiento rotundo y bello a la vez que arrebatador. Es una espera
incombustible, poética, en el vibrar del tiempo, de una realidad futura que dé
sentido definitivo a un presente a veces desolador… pero de esa espera,
dolorosa en ocasiones, luminosa en otras, nace una forma de escribir que agota
el sentido último de la emotividad más honda bajo una forma hermosa, colmada de
musicalidad, que dota a sus poemas de una perfección indecible.
Fernando
nació en Madrid, en 1977. Es poeta:
[La poesía] es una
enfermedad que, de pronto, se contrae y se convierte en crónica. […] Puedo
dejar (y he dejado) de ser muchas cosas, pero tres de ellas nunca: padre, hijo
y escritor.
Es
como define él mismo la poesía, una de sus mayores pasiones, o quizá la más
alta de todas ellas, porque es poeta, no por oficio, sino por una vocación
profundamente arraigada hasta en los rincones más ocultos de su alma. Fernando
nació poeta, mira el mundo con los ojos de la poesía, e incluso en la
conversación más intrascendente impregna todo de un halo de lirismo y
apasionamiento que hace que ni una de sus palabras quede en el vacío.
Soy un poeta y un
esclavo.
Un escorpión de metal
que se esconde
por las rejillas de
una red interminable.
Un loco al que la
soledad de su jornada continua
y su diminuta
madriguera
han convertido en un
vampiro de sentimientos ajenos,
en un fantasma de
imaginación,
en una manifestación
mutable
que se aparece bajo
mil nombres cibernéticos:
uno por cada infierno
que subyace tras los circuitos,
uno por cada futuro
incierto que nos queda por vivir.
(“Ojos
vacíos”, La letra perdida)
Un
poeta espléndido que combina la escritura y la crítica literaria con el
Radiodiagnóstico. Publicó su primer poemario, Aromas de soledad, con tan solo dieciocho años. Vendrían después El Altar de los Siglos, y Porque nunca fue suyo. La publicación de
La letra Perdida con Ediciones
Vitruvio en 2012, le situó por su indiscutible calidad literaria, entre los
poetas más leídos de su generación.
Entre los precipicios
de la madrugada
hay momentos en los
que el mundo deja de existir.
Todo parece
detenerse.
Son recuerdos fugaces
de un eco más anciano que el universo.
Sufro la maldición de
tomar conciencia en esos instantes.
Me mantengo inmóvil,
haciéndome el dormido
para que la oscuridad
no me devore.
Finjo que no escucho susurrar
a sus sirvientes por el cuarto
bajo los latidos de
mi propio corazón. Intento
apaciguar esa campana
que galopa acelerando en mi cerebro,
que pide huir,
que pide a gritos
huir igual que verdad entre olas […].
(“Despertador”,
La letra perdida)
Su último poemario es Rocío para Drácula, publicado por Vitruvio en 2014, una obra que viene a confirmar su categoría como escritor, y lo personal y atractivo de su voz poética. Con él obtuvo el "Premio de la Asociación de Editores de Poesía 2014"; un premio de gran prestigio concedido anteriormente a poetas tan importantes como Ana Ares (2008), Juan Planas (2009), Luis Alberto de Cuenca (2010), José Elgarresta (2011), Paca Aguirre (2012) y Blanca Uriarte (2013).
Su último poemario es Rocío para Drácula, publicado por Vitruvio en 2014, una obra que viene a confirmar su categoría como escritor, y lo personal y atractivo de su voz poética. Con él obtuvo el "Premio de la Asociación de Editores de Poesía 2014"; un premio de gran prestigio concedido anteriormente a poetas tan importantes como Ana Ares (2008), Juan Planas (2009), Luis Alberto de Cuenca (2010), José Elgarresta (2011), Paca Aguirre (2012) y Blanca Uriarte (2013).
Aparece en las
antologías: Los jueves literarios de la casa del libro, Memoria
y euforia, Una mirada escrita, Ilusionaria 3, Historias
del Dragón y 2099-b. Organiza, junto a los escritores
Elena Muñoz y José Guadalajara, el Ciclo Café Literario de Rivas.
Colabora con diversos medios. Conduce la bitácora "Buenas noches Nueva Orleans".
Es director académico de la Academia
y Agencia Literaria Letras Vivas.
“Un
poeta espléndido que combina la escritura, la crítica literaria …” se dijo más
arriba; no hay duda de ello, pero lo es más aún que combina su rigor y
dedicación al trabajo con una personalidad arrolladora, una sensibilidad
infinita y una mirada clara, limpia, quizá marcada por múltiples recodos en el
camino, pero siempre dispuesta a ofrecer su mejor yo. Por ello, quisimos
rendirle a Fernando un pequeño homenaje en nuestro taller; es menos de cuanto
merece, pero sí es cierto que volvió a crearse la magia que surge cuando vuelan
sus versos. Surgió con este poema inédito que él mismo, con su amabilidad de
siempre, nos prestó, una admiración intensa nacida de esa poesía tan suya que
nunca deja indiferente:
Soy ese tipo raro de
la ropa oscura y ajada
que camina distraído
gastando las aceras
empujando solo un
carrito con dos niños
cuando se escapa de
su cíclico martes;
el que fue una vez
malo y tonto y torpe,
pero que ahora
recuerda tu voz, le gusta
hablar de seres que
imagina, da la brasa
con libros y pelis
viejas de terror inocente
que nadie ve;
soy el lado de la
sombra,
el brujo a tientas,
el ardiente fondo,
el escritor
que nunca perteneció
a ningún lugar
con su armadura de
oro hecha pedazos
cabalgando en soledad
hacia el silencio
en otros mundos donde
el amor aún resiste
pero se le van
secando sus jirones
entre los dedos que
se queman
por bajar la luna;
soy tantos
que solo puedo ser yo
mismo,
transformar en flores
cicatrices,
soñar mucho
y tratar de que la
noche lo cure todo.
( FLG, poema inédito)
... conmover y reanimar aunque queme. En lugar de quebrar corazones su misión estriba en curarlos. Electricidad que ilumina un pasillo a ciegas. Captura de lo invisible ... Eso es la poesía para este magnífico poeta, a ella se debe, y eso es lo que, sin duda, logra. Los versos de Fernando López Guisado llenan, colman toda la realidad circundante cuando los desata ... los versos de Fernando son poesía absoluta, rotunda, y verdadera.
... conmover y reanimar aunque queme. En lugar de quebrar corazones su misión estriba en curarlos. Electricidad que ilumina un pasillo a ciegas. Captura de lo invisible ... Eso es la poesía para este magnífico poeta, a ella se debe, y eso es lo que, sin duda, logra. Los versos de Fernando López Guisado llenan, colman toda la realidad circundante cuando los desata ... los versos de Fernando son poesía absoluta, rotunda, y verdadera.
Arganda del
Rey, 2 de Abril de 2016
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