Hace
meses, ese "Nos veremos" de Katherine dedicado a Pedro Salinas irrumpió
tan emotivamente en mi lectura, que comenzó a edificar una serie de versos en
homenaje a, quizá, el amor más profundo y maravilloso de la historia de nuestra
Literatura.
Pero
tú, Katherine, con un tacto y una delicadeza incomparables,
[...]
has ido inclinándome a creer en nuestro amor [...]
"Nos
veremos. No lo dudes nunca".
“Nos
veremos, no lo dudes nunca” escribí,
para
ti
para
siempre.
Pues
por siempre creí vivas mis palabras:
árbol
que va secando raíces
que
desgrana besos
que
queda en nostalgias
y
recuerdos infinitos.
Dolor,
dolor, y más dolor regenerado para siempre
dolor
en este abismo de silencio
en
que me hallo;
dolor
y espera
por
voluntad propia
en
esta soledad contigo.
Maldigo
mis ojos que vieron tu brisa
derramarse
a cascadas
desde
aquella tarima;
maldigo
el olor de tus rosas
fulgor
de tu mirarme
ausente
de nombre:
maldigo
el tacto de tus manos
nacidas
en sus ángulos
para
abrazarse a las mías;
maldigo
tus labios, caricia de mi rostro
caricia
incansable
de
mis horas rotas;
y
maldigo mil veces tu voz,
tu
voz, calidez excelsa y despiadada
con
que aventabas el vuelo de mi conciencia.
Tu
voz; te abandoné, y ella
escapó
conmigo
haciendo
lazo sus dedos
con
el nudo de mi alma,
y
en ella me vivo, en ella me hallo,
en
ella ausculto el latido débil de mis días.
Te
refugiaste en mi, tomaste ánimos, fuerza, confianza, amor, ...
Y
te dejé
te
dejé exhausto, desangrado
roto,
en
medio de la nada,
en
medio de tu nombre y el mío, que tú quisiste borrar
pero
el dolor es indeleble.
Y
ahora, mientras escribes
cada
una de tus lágrimas
en
esos versos que nunca ya te escucharé
voy
apagando mi boca
pensando
morir en ti.
Y
ahora, mientras escribes el dolor obra de mis manos
te
pienso no en la distancia
más
allá de ti te pienso
como
tú me susurraste …
más
allá de ti muero
porque
allí,
más
allá de ambos,
no
lo dudes nunca,
yo
te esperaré.
(Rocío Romero. Septiembre de
2015)
Te felicito, Rocío, por este bello poema y por el importante proyecto poético que llevas a cabo.
ResponderEliminarEspero escucharte algún día declamar tus versos.
Gracias y un abrazo.
Isabel F. Bernaldo de Quirós